martes, 11 de septiembre de 2012

SABERES PREVIOS

No es novedad que un problema clave de nuestra ciudad sea la contaminación sonora en las principales avenidas. Este factor cotidiano influye mucho en el estrés de los ciudadanos de a pie y también de quienes se movilizan usando vehículos motorizados. Un caso concreto es el del puente primavera, que es la intersección de la avenida Angamos con la panamericana sur. A ciertas horas del día, en el paradero de este cruce se genera una reverberación descontrolada ocasionada por el tumulto de la gente que transita por ahí, las bocinas de los carros que pasan y los gritos estridentes de los cobradores y jaladores que usan ese paradero.
Quienes usan ese espacio y solo recepcionan todo ese ruido (no son parte de los agentes que lo originan) sienten mucho malestar. Si se analiza la situación, podría darse el hecho de que pasar por el puente en horas de la mañana afecte el rendimiento de una persona en lo que resta del día. La saturación auditiva ambiental facilita el estrés, más aun si se circula diariamente por esa zona.
Giovanni Camacho

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